Plegaria ecuménica

Presentación

Buenas tardes a todos:

En nombre de ACAT estamos muy contentos de estar con vosotros y agradecemos vuestra acogida. Nos encontramos para reflexionar y rogar juntos, con ocasión del 75.º cumpleaños de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, que la Asamblea General de las Naciones Unidas proclamó el 10 de diciembre del año 1948.

En primer lugar, como seres humanos, la Declaración Universal de los Derechos Humanos nos da un marco de referencia que nos ayuda a entender que como personas, todas tenemos unos derechos inalienables que hay que respetar y defender. La Declaración Universal de los Derechos Humanos es el reconocimiento oficial de los derechos de la persona; todos tenemos derechos en la vida, nacemos libres e iguales y nadie puede ser sometido a ninguna práctica que atente contra su dignidad.

La Declaración Universal de los Derechos Humanos todavía esta lejos de ser universalmente conocida y reconocida; y más lejos aún de ser tenida en cuenta para todas las personas. ACAT, como defensores de los derechos de las personas, queremos unirnos a la plegaria de todos los cristianos de todo el mundo en este Día en que se recuerda esta Declaración.

Por otro lado, como cristianos creemos en un Dios Padre Creador, que por amor crea el hombre y la mujer a imagen suya, y en el Hijo, Jesucristo, que con la fuerza del Espíritu nos ilumina para seguir su Buena Noticia de salvación, amor, perdón y libertad. La Palabra de Dios nos ayuda a mirar el mundo con esperanza y a trabajar porque se haga realidad su Reino de amor y paz.

Damos gracias al Señor de estar aquí para rogar juntos para que los Derechos de las personas sean cada día más respetados en el mundo y que nosotros colaboramos con la acción y la plegaria, con el deseo de ser portadores de paz y reconciliación, en nombre de Jesús.

Canto

Uniendo las manos, hermanos

vereis los prodigios que hace el amor,

uniendo las manos, hermanos

vereis en la paz abrazar el mundo.

Lectura: Isaias 11, 1-9

Saldrá un rebrote del tronco de Jessè, brotarà un plantón de sus raíces.

El Espíritu del Señor reposará sobre él –espíritu de sabiduría y de inteligencia, espíritu de consejo y de fortaleza, espíritu de conocimiento y de temor del Señor– y se complacerá en la reverencia al Señor. No juzgará según las apariencias ni sentenciará según lo que oiga, sino que juzgará los desvalidos con justicia y sentenciará rectamente los pobres de la tierra…. La rectitud será la faja de sus riñones, y la fidelidad, el ceñidor de sus lomos.

El lobo convivirá con el cordero y el leopardo yacerá con el cabrito. El novillo y el cachorro de león pacerán juntos, y un niño los dirigirá. La vaca y la osa serán amigas, sus crías yacerán juntas; y el león comerá paja, como el buey. Un niño jugará al borde de la madriguera de la àspid, y el destetado pondrá la mano dentro del escondrijo de la víbora. Nadie hará daño ni dañará en toda mi montaña santa, porque el país será lleno del conocimiento del Señor, como las aguas cubren el mar.

• Palabra de Dios

Silencio

Salmo 8

Bendeciremos el Señor siempre y en todo lugar!

Señor, nuestro soberano,

que es, de magnífico, tu nombre en toda la tierra!

Has elevado tu gloria por encima del cielo.

Por los labios de los niños y de los neonatos.

tú has afianzado tu poder contra los adversarios,

para reprimir el enemigo y el vengativo.

Cuando miro tu cielo, obra de tus dedos,

la luna y las estrellas que has fijado,

yo digo: ¿qué es el hombre porque te acuerdes,

o el hijo del hombre porque te preocupes?

Apenas inferior a los ángeles lo has hecho,

y de gloria y esplendor lo has coronado.

Lo has hecho amo de las obras de tus manos,

todo lo has puesto bajo sus pies.

Señor, Soberano nuestro, que es, de magnífico,

tu nombre en toda la tierra!

Bendeciremos el Señor siempre y en todo lugar!

Reflexió: Leeremos algunos artículos de la Declaración de los Derechos humanos y los pondremos en relación con textos de la Biblia:

Artículo 1

Todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y en derechos, Son dotados de conciencia, Y los hay que mantenerse entre ellos con espíritu de fraternidad.

(…) tengáis todos los mismos sentimientos, seáis compasivos, fraternales, bondadosos, humildes, (…) porque habéis sido gritados a tal fin (Pe 2,16)

Artículo 3

Todo individuo tiene derecho en la vida, a la libertad y a la seguridad de su persona.

Hoy tomo el cielo y la tierra como testigos contra vosotros: te propongo de escoger entre la vida y la muerte, entre la bendición y la maldición. Tú escoge la vida y vivirás, tú y tu descendencia. Dt 30,19)

Artículo 4

Ninguna persona no está sometida a esclavitud o servitud; la esclavitud y el tráfico de esclavos estan prohibidos en todas sus formas.

No hay judío ni griego, no hay esclavo ni libre, no hay ni hombre ni mujer: sois uno solo en el Cristo Jesús. (Ga 3,28)

Artículo 5

Ninguna persona será sometida a tortura ni a penas o tratos crueles, inhumanos o degradantes.

Ya sabéis que se dijo: Ojo por ojo y diente por diente. Pues yo os digo: No os volvais, contra quien os hace daño. (Mt 5,38)

Ya sabéis que se dijo: Ama los otros, pero no a los enemigos. Pues yo os digo: Amad a vuestros enemigos. (Mt 5, 43-44)

Artículo 7

Todo el mundo es igual ante la ley y tiene derecho a obtener la misma protección sin distinciones. (….)

Judgad con justicia, tened los unos con los otros un trato leal y compasivo. No oprimais (…) ni a los inmigrantes ni a los pobres. (Za 7, 9-10)

Artículo 9

Nadie puede ser arrestado, detenido ni exiliado arbitrariamente.

El Señor me ha enviado a llevar la buena nueva a los pobres, a curar los corazones deshechos, a proclamar a los cautivos la libertad y a los presos el retorno de la luz (Is 61,1)

Artículos 18 – 19 -20

Toda persona tiene derecho a la libertad de conciencia, de religión, de convicción, de opinión; este derecho comporta la libertad de manifestarse individualmente o en conjunto, en público o en privado.

Tenéis que considerar el forastero que convive con vosotros como uno de vuestra nación, y lo estimarás como tú mismo (…) (Lev 19,34)

Silencio

Evangelio Mt 5,1-12

Felices los pobres en el espíritu: de ellos es el Reino del cielo!

Felices quienes lloran: Dios los consolará!

Felices los humildes: ellos poseerán la tierra!

Felices quienes tienen hambre y siete de ser justos: Dios los saciará!

Felices los compasivos: Dios se compadecerá!

Felices los limpios de corazón: ellos verán Dios!

Felices quienes trabajan por la paz: Dios los denominará hijos suyos!

Felices los perseguidos por el hecho de ser justos: de ellos es el Reino del cielo !

• Palabra del Señor

Silencio

Plegarias

– Señor, esta tarde, todos unidos en plegaria, desde nuestra debilidad, te presentamos el que llevamos en el corazón: tantos y tantos hombres, mujeres, niños y ancianos que ven como son chafados en sus derechos como personas.

Haz que de alguna manera sientan tu ternura. Señor: son tus hijos más estimados. Son la imagen viva de tu Hijo. Te rogamos por tos ellos.

Oremos

– Rogamos para que los Derechos de las personas sean cada día más respetados en el mundo y que nosotros colaboramos con la acción y la plegaria, con el deseo de ser portadores de paz y reconciliación, en nombre de Jesús.

Oremos

Plegarias individuales, espontáneas

Padre nuestro derechos dandonos laes manos

Bendición

Canto final : Hermanados

iremos caminando

bajo un cielo azul

Gozosos himnos resonaran

de amor y de paz