RECONOCIMIENTOS

La Dirección General de Asuntos Religiosos, dependiendo del Departamento de Justicia de la Generalitat de Cataluña, entregó el 9 de diciembre del 2021, en el salón de actos del Palau de la Generalitat, el 8.º Premio Cassià Just a la FIACAT ( FEDERACIÓN INTERNACIONAL DE La ACCIÓN DE LOS CRISTIANOS POR La ABOLICIÓN DE LA TORTURA). Presidia el acto la Sra. Lourdes Ciuró, Consejera de Justicia, siendo Justicia y Paz la entidad que promovió la candidatura de la FIACAT. Este es el texto de la intervención del presidente del ACAT, en el acto de entrega del galardón:

«El movimiento ACAT, fundado en Francia el 1974, actúa a favor de los torturados y maltratados, prisioneros sin juicio en condiciones arbitrarías y/o inhumanas y condenados a muerte, sean qué sean sus orígenes, opiniones políticas o creencias religiosas. Todo esto queda reflejado en los llamamientos que todas las ACAT envían a Presidentes o autoridades de países donde se conocen casos como los citados. Estas cartas son transmitidas también a los Embajadores de estos países, dado que ellos están obligados a hacerlas llegar a sus autoridades respectivas. Cada ACAT trabaja porque los cristianos y toda la sociedad tomen conciencia de los problemas derivados de los abusos de poder de los políticos y jueces de cada país respecto a la tortura y los maltratos.

La FIACAT, fundada el 1987, dispone del estatuto de organismo consultivo a las Naciones Unidas, del estatuto de participante al Consejo de Europa y del estatuto de observador a la Comisión Africana de los Derechos del Hombre y de los Pueblos (CADHP). También está acreditada a la Organización internacional de la Francofonía(OIF). La federación dispone actualmente de 30 ACATs asociadas : 16 de africanas, 10 de europeas, 3 de americanas y 1 de asiática y es de las pocas entidades internacionales que tiene un presidente africano. La FIACAT representa las ACAT ante los organismos internacionales y ayuda a las ACAT a potenciar y denunciar ciertos abusos de poder. Mencionaré dos ejemplos :

En diciembre pasado representé nuestra ACAT al Consejo Internacional FIACAT 2021 de Abiyán y, coincidiendo con el presidente del ACAT de la República Centroafricana, me explicó cómo la FIACAT los había ayudado diciendo: “Nos abrieron las puertas de la Embajada de Francia en Bangui y de la representación de la Unión Europea. Nosotros solos nunca hubiéramos sido recibidos por estas instituciones; pero dos personas de la FIACAT, con sus misivas previas y su presencia a la primera entrevista, lo desencallaron todo. Tanto es así que, ahora, los Ministerios de mi país, al ver la aceptación internacional, quieren que los visitemos”.

El otro ejemplo se refiere a nuestra propia ACAT. La FIACAT, como ya lo hemos indicado, siempre intenta ayudar elaborando comunicados de apoyo a las víctimas de abusos de poder por parte de los gobernantes o de los jueces, situación muy frecuente en la África. Pues bien, como todos sabemos, en España se ha dado un caso flagrante de prisión preventiva arbitraria y se ha hecho un juicio político a nueve líderes independentistas catalanes. La FIACAT, como otras entidades de Derechos Humanos, se movilizó por esta causa y difundió tres comunicados en defensa de los presos. El primero, el 26 de febrero del 2018, pidiendo la liberación inmediata de los, en aquel momento, cuatro líderes catalanes en detención preventiva en prisiones madrileñas. El segundo comunicado fue difundido el 11 de febrero del 2019, justo antes del inicio del proceso de los nueve dirigentes catalanes, y recordaba en el Estado español que había que respetar, durante todo el proceso, las dos leyes internacionales ratificadas por España, como son el “Pacto Internacional por los Derechos Civiles y Políticos” y la “Convención europea de los Derechos del Hombre”; esto, evidentemente, además de cumplir con el “Código penal español”. Subrayaba también este comunicado que los nueve procesados se tenían que beneficiar de un juicio equitable impartido por un tribunal independiente. El 21 de octubre del 2019, la FIACAT declaró, justo después del veredicto, que una severa condena había caído sobre los nueve independentistas y, al igual que otros observadores internacionales, también mencionaba que durante el proceso no se habían respetado las garantías pedidas por las leyes internacionales ratificadas por España. Además, el comunicado denunciava el hecho que el Tribunal Supremo no demostró en ningún momento que, para lograr sus objetivos, los encausados hubieran practicado, preconizado o tolerado la violencia y reafirmaba que el ejercicio pacífico de los Derechos Humanos no puede ser penalmente sancionado en un Estado de derecho fundado sobre la democracia y el respecto de los Derechos Humanos.»

(En el acto de entrega del galardón también se proyectaron cinco videos relativos a la lucha, llevada a cabo por algunas ACAT africanas, contra la pena de muerte en la África y contra la “detención preventiva abusiva”)