Robert Badinter: El gran abolicionista de la pena de muerte
Acabo de ver un video de este personaje y se me ha puesto la piel de gallina. Ya había leído antes sus libros. ¡Que integridad! ¡Que ideas mas claras! Él, con su experiencia, veía que la pena de muerte no resolvía nada. El no era un abolicionista cualquiera. Él siempre repetía que “el hecho que la administración mate para explicar a la gente que no se tiene que matar” no era un axioma ético.
Badinter, (Paris, 1924), que todavía vive y que ahora milita en favor de la abolición universal, era entonces un gran abogado francés especialista en salvar condenados a la pena capital. Llegó a salvar a cinco. Todos los que eran susceptibles de ser condenados lo reclamaban como abogado defensor.
Todo va empezar con el proceso Buffet y Bontemps. Él fue el abogado defensor de este último, y quedó profundamente marcado por el hecho de no haber podido salvarlo de la ejecución a pesar de que en Bontemps no había asesinado nadie, solo había servido de cómplice a Buffet. Badinter iba cada día en la prisión, antes del proceso, a ver su cliente. Y desprendido de la sentencia escribió a los padres de en Bontemps y los aseguró que su hijo, que los estimaba mucho, no había matado nadie. La sentencia habia congelado el corazón de Badinter.
Un tiempo más tarde, el enero del 1976, acontece en Francia el secuestro de un niño de 8 años acompañado de una demanda de rescate, cosa que conmueve profundamente la población. Era noticia preponderante en todas las cadenas de TV. Un tal Patrick Henry dijo por la TV que “aprobaba la pena de muerte en estos casos. Nadie tiene el derecho de atacar la vida de un niño”.
Posteriormente, la policía descubrió el cadáver del niño en un piso alquilado por Patrick Henry. Entonces, los propios padres de Patrick pidieron públicamente la pena de muerte para su hijo.
En un contexto tan dramático, en que abogados importantes rehusaban defenderlo, irrumpió Badinter y otro abogado que empezaron a organizar la defensa de Patrick. Convocaron eminentes profesores de universidad y Premios Nobel, y también un cura de prisiones para intentar convencer el Jurado sobre la irracionalidad y la inhumanidad de la pena de muerte. El jurado estaba compuesto por 3 mujeres casadas, sin profesión, y 6 hombres: un artesano, un obrero, un agricultor, un empleado, un comerciante y un director d´escuela.
Después de las intervenciones de los ”técnicos” convocados y del segundo abogado, Badinter miró fijamente los miembros del jurado y los pidió, muy emocionado, que fueran conscientes que la vida d´un hombre dependía solo de ellos, dado que el presidente de la República ya había rehusado hacía poco una medida de gracia a Christian Ranucci, otro condenado a la pena capital, a pesar de las muchas dudas existentes sobre su culpabilidad. Badinter, entre otras cosas, argumentó que el mismo Patrick Henry, después de la sentencia de Buffet y Bontemps, se encontraba entre la multitud, ante el Palacio de Justicia, gritando: “Matadlos”. Y la pegunta es: ¿su ejecución lo disuadió de su terrible crimen ulterior?
Cuando a Patrick Henry le dieron la palabra final declaró: “Me sabe mal desde el fondo del corazón. Hacía tiempo quería pedir perdón a los padres del niño que asesiné. Yo les quería decir el horror que siento por lo que he hecho, porque no lo puedo reparar”. Después, finalizando con la voz rota, manifestó: “no puedo más”.
El veredicto final fue la reclusión criminal a perpetuidad. Los abolicionistas habían ganado. Los otros casos salvados por Badinter de la pena de muerte fueron: los de Michel Bodin, Mohamed Yahiaoui, Michel Rousseau i Jean Portais.
El 1981, el nuevo presidente electo, François Mitterrand, nombró Badinter ministro de Justicia, con un mandato preponderante: ABOLIR LA PENA DE MUERTE En FRANCIA.
El carisma de Robert Badinter fue relevante para abolirla a la Asamblea Nacional francesa, el 18 de septiembre del mismo año, con un resultado de 363 votos a favor y 117 en contra, si se tiene en cuenta que la vispera, el 17 de septiembre, Le Figaro había publicado una encuesta donde el 62% de las personas interrogadas se declaraban a favor de la pena capital y solo el 33% en contra.
Emili Chalaux i Ferrer
President de ACAT
9 de diciembre de 2021