Son cartas de denuncia que se envían a los gobiernos que practican cualquier forma de tortura o maltrato, o la pena de muerte.
Son la acción más habitual de denuncia desde la ACAT. Un medio muy potente y eficaz para proteger las personas agredidas y para darlas esperanza a ellas y a sus familias y entorno, pidiendo justicia. Los llamados nos sensibilizan a todas cuando conocemos las graves violaciones que viven personas como nosotros con nombres y apellidos.
Los llamados constan de dos partes:
La información de base para los llamados puede provenir de otra ACAT, de otra entidad de derechos humanos o bien directamente desde las personas afectadas. Siempre son el fruto de informaciones contrastadas y fidedignas.
El caracter cristiano de ACAT hace que no hacemos diferencias entre las personas victimas de maltrato, tortura o pena de muerte. No nos condicionan sus antecedentes sino su defensa contra la violación de los derechos humanos que viven.
En ACAT rechazamos todo tipo de violencia y consideramos que, combatir la violencia con la injusticia, alimenta más el círculo de la violencia.
Llamados de los miembros de ACAT
Las personas o grupos miembros del ACAT reciben, mensualmente, de una a tres llamados; completan las cartas con sus datos y las envían por correo postal o fax a dos personas responsables del gobierno. Por ejemplo: presidente/a y embajador/a del país afectado en Madrid.
Estas cartas pueden personalizarse, siempre que sean redactadas con respeto
Con el envío postal nos aseguramos que llegan a su destino, cosa que hemos comprobado que no sucede con los correos electrónicos. El efecto del envío masivo y desde muchos países y a menudo desde diferentes entidades, sabemos que es efectivo.
Llamados institucionales
Son las cartas que dirigimos, en nombre de la Junta de la ACAT, a diferentes autoridades de los gobiernos.
Las enviamos por correo electrónico y/o correo postal, en función de la efectividad a cada situación.
A partir de las respuestas recibidas, contrastamos las informaciones y, si hace falta, volvemos a escribir a las autoridades las veces que haga falta para pedir su acción a favor de la justicia.
Son cartas dirigidas a los gobiernos y/o a la opinión pública sobre alguna situación relacionada con la tortura, la pena de muerte u otras graves violaciones de los derechos humanos.
ACAT la dirige a alguna autoridad responsable del gobierno o de la protección de los derechos humanos, o bien directamente a algún medio de comunicación, y a otras organizaciones.
Son escritos generalmente dirigidos a algun organismo del Sistema de derechos humanos Regional Europeu, Interamericano o de la ONU (Relatores, Grupos de Trabajo, etc.) en relación a situaciones concretas que piden atención especial, generalmente por su gravedad o por la impunidad dentro del país donde han sucedido los maltratos, tortura o pena de muerte
Presentamos la comunicación junto con las personas afectadas y, a veces, con colaboración de la FIACAT o de alguna otra organización implicada.